Ya no quiero ver más fotografías de lugares inundados, de casas arrasadas, de familias a la intemperie.
No quiero escuchar más quejas de que la luz no ha llegado, de que el agua no para, de que los tapones.
No quiero ver más «analistas» buscarle explicación al «fenómeno», o si Meterología tuvo la culpa, o si los candidatos estaban en campaña, o que si Boston ganó y nadie le dió seguimiento a la noticia.
Hoy quiero ver mi país recuperarse. Hoy estoy buscando alternativas para ayudar. Hoy quiero ser parte del proceso y ayudar. Mientras tanto me uno al pedido de Gitti y su amiga Carmen Grullón de comida enlatada y mantas. Aqui están los detalles:
—–
Querido Amigo/a:
Luego de que esta SORPRESIVA tormenta tropical termine de azotarnos como a la inocente manadita de reses, (que ahora entendemos que somos), será ridícula la cantidad de damnificados y de pobres seres sorprendidos por las crecidas de los ríos, la ineptitud y a la desinformación.
Por esto te pido que me ayudes a recopilar – SOLAMENTE – mantas y latas de comida.
LATAS, porque no necesitan refrigeración, ni otras condiciones, y éstas pueden ser de:
- LECHE
- LECHE CONDENSADA
- SOPAS
- ATUN
- SARDINAS
- SALCHICHAS
- RAVIOLIS
- GRANOS
- MERMELADAS
- FLANES
- POSTRES
SOLO MANTAS, porque si nos metemos en ropa, esto requeriría una estructura con la que no cuento…, así que RECOJAN TODAS LAS MANTAS Y FRISAS QUE TENGAN A LA MANO.
Recuerden que estas donaciones deben de llegar en BOLSAS SEPARADAS, (LATAS POR UN LADO, MANTAS POR EL OTRO), y deben ser enviadas a:
Av. Jose Contreras #23, Villas Bolívar Sur,
Apto. #8, Zona UASD
809-688-6377
Las cajas vacías, como las manos voluntarias, serán bienvenidas, ya que el empacado final será toda una producción.
GRACIAS Y BENDICIONES A TODOS…
Carmen María
También mi querida Florecita nos pide lo siguiente:
El grupo del Yoga estamos recolectando ropa para llevar a la gente de San Cristóbal, lo que sean que puedan conseguir, donar es mucho. Gracias de corazón.
El punto de encuentro es el Itossai Dojo, Ave. Winston Churhill, Plaza Paraíso, en la última planta, Suite 418.
Un abrazo y bendiciones,
Patricia.
De todas maneras solo hay que abrir los ojos y ver en cualquiera de los refugios las necesidades que hay y dar una ayuda.