
Hoy es uno de esos días en que te dan ganas de ser ciudadano de Tayikistán, de Timbuktú o de Somalilandia. De donde sea pero no de aquí.
Cuando padeces de esos largos, interminables y exasperantes apagones financieros, cuando ves que la corrupción no se para en la puerta de NINGUN despacho, cuando lees todos los días que mataron 5, que ocuparon queseyo cuantos kilos de drogas, te dan ganas de coger un avión, un tren, una yola pa’ donde sea.
Uno lee en el periódico que las distribuidoras piden que «por lo menos» les abonen US$300,000,000 para que mejore el suministro de la energía eléctrica, y el gobierno les ofrece US$130,000,000, pero tampoco se los paga y de hecho, anda buscando en la calle esos chelitos para abonarles. Y eso que se ve, según la Corporación de Electricidad, que todas las distribuidoras han mejorado sus recaudaciones, es decir, que tampoco tan mal les debe de estar yendo. Al dia de ayer habían 17 plantas fuera de servicio. Increíble.
Por otro lado, la delincuencia esta azotando. En la madrugada del sábado veniamos por la Ave. Independencia, y frente al Club del Banco Central, estaba la policía y los tigueres en una escena sacada de «Perdone el Oeste» digo, del Viejo Oeste. Tiros y tiros y motoristas a mil, tirandose encima de los carros, con menorcitas enganchadas atrás.
Ayer en la tarde, una camioneta de la policía con tres muchachitos esposados en la parte trasera, en edades que no llegaban a los 20 años. Redadas donde quiera, drogas a millón, una cosa sacada del infierno de Dante.
Y mientras tanto el Ilusionista de Naciones, ni se da por entererado de lo que pasa aquí. Ah pero tendremos el Metro pronto, así que todos los problemas quedarán inmediatamente solucionados.
Ah, les doy la primicia de mi nueva canción, dedicada a el, Faraleonel I:
Tu, ilusionista de naciones
Dame razones, para seguir
Tu, el presidente electo,
Toma las riendas y hazte sentir.
Y asi, este pais podra resistir
Tantos problemas eternos.
Pero tu, con la luna en la cabeza,
En lugar de aquí en la tierra,
Lo que hace que no se sienta,
Que tenemos alguien para decidir.
Tan solo tu, solamente quiero que seas tu
El que haga cumplir to’ lo que dijo
Y las promesas no se vayan al olvido.
Ponemos en tus manos el destino
De este paisito que esta jodido,
Para siempre, siempre, siempre, Faraleonel
(imagen de Silvia Manzanero)